EL CUADRO TÉTRICO
Era un día normal en el bosque donde Marc, un señor de cincuenta y siete años, trabajaba de cazador. Era invierno y el hombre no iba muy bien equipado, por lo que buscó un lugar donde poder refugiarse ya que se había perdido y no sabía dónde estaba su casa. Llegada la noche, Marc vio una casa a lo lejos, así que fue hacia ella. Pasados unos diez minutos llegó a la casa, no tenía muy buen aspecto pero no le prestó atención. Llamó a la puerta pero nadie le abrió, así que pensó que la casa estaba abandonada. Entró por la ventana y se metió a una habitación donde había una cama. El cazador fue a tumbarse para poder pasar la noche. Justo en frente de la cama había un cuadro bastante tétrico donde había dibujadas unas siluetas con aspectos muy siniestros. Marc sentía que esas siluetas le estaban mirando, pero simplemente no les prestó atención y se fue a la cama para dormir. A las tres de la mañana el hombre se levantó y se quedó aterrorizado cuando vio que no estaba el cuadro y lo que había era una ventana.
***
Cuatro meses después, un joven llamado Ousman pasaba por ese lugar en furgoneta con su perro. Ousman aparcó el vehículo junto a una pequeña casa para preguntar si tenían comida. Empezó a sentir un olor asqueroso y también notaba que su perro estaba muy raro, como si no se quisiera acercar a esa casa. El joven metió a su perro en su furgoneta y procedió a tocar la puerta para ver si en esa casa vivía alguien. Nadie le abría, así que tuvo que entrar por la ventana. Ousman no podía creer lo que estaba viendo: había un cadáver en una de las habitaciones. Ousman, horrorizado, salió corriendo de esa casa para llamar a la policía. Cuando la policía llegó, pensó que había sido un suicidio ya que no había marcas de asesinato.
Ousman volvió a su casa pero se quedó aterrorizado al ver un cuadro tétrico con unas siluetas muy extrañas que sentía que le estaban mirando, pero no le prestó mucha atención ya que su mujer creía mucho en los temas satánicos y simplemente pensó que ella lo había colocado. Pero se hizo una pregunta a sí mismo: “¿Por qué mi mujer habrá puesto aquel cuadro sobre la ventana?”
Ayman Reghai Choujaa
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